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El vino blanco, con sus matices variados y sutiles, merece ser degustado en una copa que resalte plenamente sus cualidades únicas. Nuestra gama de copas para vino blanco, cuidadosamente seleccionada, se ha desarrollado con pasión y precisión para garantizar que cada nota de sabor y aroma se presente de forma justa.
Las copas de vino blanco no suelen tener un cuerpo tan grande y presentan un diseño algo más pequeño y delicado. Esto se debe a que los vinos blancos se sirven siempre a una temperatura más baja que los tintos. Con la ayuda de un cáliz más pequeño en la copa, el vino puede mantener una temperatura fresca durante más tiempo. Los vinos blancos no suelen necesitar tanta aireación como los tintos antes de servirse. Para los vinos blancos secos, como el Sauvignon Blanc, se recomienda una copa de vino blanco de tallo estrecho, corte recto y boca pequeña para resaltar la acidez y la frescura.
Para un Chardonnay con más cuerpo, sin embargo, se recomienda servirlo en una copa de tallo ancho, corte más bulboso y cáliz más grande para resaltar la madurez y el aroma del vino. En este caso, las copas de vino tinto con un cuerpo ancho pueden ser bien utilizadas.
Copas de vino de Iittala Copas de vino de Carolina Gynning Copas de vino de Eva Solo
Los vinos rosados, al igual que los blancos, deben servirse bien fríos, por lo que es perfectamente adecuado servir el vino rosado en una copa de vino blanco. Un consejo es que eches un vistazo a la mundialmente famosa serie de copas de vino Essence de Iittala. Allí encontrará copas perfectas para varios tipos de vinos blancos, rosados y también deliciosas bebidas veraniegas.